martes, mayo 20, 2008

Mami

Los días nublados, fríos y grises me encantan, me relajan y me ayudan a mantener el buen humor, pero algunas veces, como el día de hoy, pueden llegar a hacerme sentir muchísima nostalgia. Nostalgia de lugares, de recuerdos, de aquello que pudo haber sido y no fue, de mis amigos, de los seres queridos que están lejos, y especialmente, de seres queridos que ya no están. Y algunas veces también siento nostalgia de "algo" que siento que me falta en la vida, pero yo misma no sabría decir muy bien qué es.
Mis padres hace años que ya no están conmigo, y aunque he superado su ausencia, algunas veces me hacen tanta falta que es casi como si me costara trabajo respirar, pero a pesar de todo, sus recuerdos me dan valor para seguir adelante con mi vida. Nunca voy a dejar de extrañarlos.
Cuando murió mi mamá, hace hoy exactamente cuatro años, pasé una de las noches más largas de mi vida. Ella falleció debido a un derrame cerebral masivo, de forma completamente repentina y contundente. Eso ocurrió al final de la tarde de aquel día y mi hermano y yo pasamos la noche en la sala de espera vacía de la clínica. Mi papá ya nos había dejado hacía 3 años. Todo sucedió tan rápido que no tuvimos ni tiempo ni fuerzas para avisarle a nadie sino hasta la mañana siguiente, al único que atiné a llamar en aquel momento, fué a Alberto. Aquella noche me la pasé rezando sin parar, en voz baja, recostada en una silla. No recuerdo cuánto dormí, ni siquiera estoy segura si dormí. ¿Cómo dormir en un momento así?.
Mi mamá permaneció con signos vitales cerca de unas 46 horas después del derrame, sin embargo, desde mucho antes del final yo ya sabía, "sentía", que ella ya no estaba allí. Su cuerpecito menudo era tan sólo un cascarón vacío. Y algo -tal vez ella misma, susurrándome al oído-, me decía que las cosas estaban como debían de estar, y a pesar del inmenso dolor, en aquel momento, me sentí en paz.
Después del funeral, recuerdo que cuando regresábamos a la casa, miré al Cielo y me vino a la memoria un fragmento de La Materia Oscura en la que Roger se despide de Lyra diciéndole que no llore, porque él ahora formará parte del universo, y que siempre estará junto a ella.
Aquella tarde creí ver a mi mamá convertida en parte del crepúsculo, del sol, de las pocas nubes que matizaban el color del cielo. Sé que ahora ella y mi papá están juntos y felices otra vez. Jamás dejaré de extrañarles, pero esa idea, me tranquiliza, y también, me hace feliz.
Los amaré para siempre.

5 comentarios:

quinqui dijo...

Uhm.... nunca habías contado las circunstancias de la muerte de tu madre. Y me remece leer que fue similar al modo en que me pasó a mí también: repentino. Siento que es otro motivo por el cual nuevamente a vida nos une como amigas, pese la distancia.

Mi mamá murió de un aneurisma, pero no hubo "agonía", al menos no tan larga como la de tu madre: se durmió enferma y a la mañana siguiente simplemente ya no estaba con nosotros. Lo supe cuando entré a su cuarto y mi papá gritaba de horror sin saber qué hacer. Yo sólo vi luz, luz dorada que inundaba la pieza, y pensé "mi mamá es esa luz". Si hay algo que no soy es ser cliché, y eso sonó muy cliché, pero fue la verdad de lo que sentí. Por eso mismo sentí paz de inmediato. Todo el sufrimiento que sentí luego fue más que nada por la emoción que me daba ver la enorme cantidad de gente que nos acompañó en el duelo, ya que mi madre era profesora, así que imaginarás los cientos de personas que la lamentaron...

En fin, que en mi caso el hecho sucedió en Agosto, a 3 días de su cumpleaños... Y aunque rara vez la echo de menos (porque en general soy poco dependiente emocionalmente), a veces la lloro, como la niña que alguna vez fui y piensa en su mamita, y eso me sirve para saber que sigo siendo humana. El dolor nos hace más fuertes y sabios. A mí me dio fuerza y decisión.

Weno, sorry, me puse a hablar como loca de mi caso, y sólo quería decirte que comparto tu emoción. Aparte, siempre pienso que somos hormigas, que somos nada, como alguien dijo alguna vez, y por eso mismo, el dolor también es nada. Hay que ser felices con lo que se tiene y ya. Los colores del cielo son demasiado hermosos y sublimes como para pensar que somos importantes :P Mejor pensar, como bien dijiste, que somos parte del todo, y que aunque los que amamos se mueran, en verdad sólo se transforman... al menos yo me quedé con la idea de que mi mamá se ganó el derecho de pasar al siguiente nivel, nivel de qué? pues ni idea, pero eso me dijo el corazón ^^

quinqui dijo...

Uh! y hablando de La Materia Oscura ¡no hagas spoilers! Recién he leído el primer libro, no me cuentes lo que pasa en los siguientes! X____X!!!

Len dijo...

Gracias por compartir parte de tu experiencia, amiga. Hace tiempo me había propuesto a mí misma jamás ventilar, ni siquiera un atisbo, de éste tipo de vivencias tan personales, sin embargo, como tú bien has dicho, me ayuda a sentirme más humana el desahogar un poco, a veces, éste tipo de sentimientos, sobre todo cuando te das cuenta, como en tu caso, con tu comentario, que los problemas y las situaciones por las que tenemos que pasar son las mismas y la mayoría las enfrentamos más o menos de la misma forma, aquí o en China. De nuevo gracias por tus palabras. :)
Y sobre el spoiler, gomen nasai!, no lo volveré a hacer :P ... Pero creo que pensarás lo mismo que yo cuando llegues a esa parte de la historia.

Oliver dijo...

Cuando te añadí a mis feeds, leí todas tus entradas, y no se porqué esta me caló tan profundo. Aún tengo a mis padres conmigo, de hecho mi mamá está de visita en estos momentos aquí en España. Vino por 4 semanas, pasó una semana en Málaga para un congreso de lexicografía, también es docente, y se regresa a pasar otras dos semanas aquí en Alicante. Lo cierto es que cuando leí esta entrada algo me llegó, mo movió. Me sentí triste, y eso siempre me hace pensar que aquella persona que escribe y logra mover alguna fibra emocional en otro ha logrado su propósito, que es el de transmitir emoción. Se que es el ciclo natural de la vida, pero no se si alguna vez podré estar preparado para ello. Siempre trato de no pensar en eso, y por eso trato de disfrutar cada momento que pueda con ellos.

En todo caso, me encanta tu blog. No tienes una imagen para enlazarte? Un botoncito? por ahora te pongo sólo en link ;)

Len dijo...

Oliver: Lo siento, no había visto tu comentario a ésta entrada hasta ahora, perdona... :(
Ciertamente no hay forma de estar preparado para las pérdidas inevitables que tendremos que enfrentar durante la vida, por eso, como tú bien dices, hay que disfrutar cada segundo, cada instante del tiempo que tenemos al lado de los seres amados, siempre SIEMPRE.
Siento haberte hecho sentir triste (aunque bueno, no podría haber transmitido otro sentimiento al narrar esa experiencia), gracias por tus palabras y de nuevo, disculpa la larga demora para contestar tu mensaje.

Abrazos a tí y a Arianne. ^^

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